P: Aaron, ¿cómo
elegiste “Molly’s Game” para tu primer trabajo como director?
Aaron: Escribí Molly’s
Game porque un abogado que conozco socialmente me dijo que leyera ese libro y
me encontrara con su cliente. Leí el libro, lo más importante es que conocí a
Molly y con eso empezó un proceso en el que sentí que mi cabeza chocaba con ese
mundo que comenzaba a imaginarme y un héroe que comenzaba a imaginarme que me
gustaba mucho. Incluso escribí el guión pensando en que iba a dirigir. Una vez
que tuve el guion terminado, mi preocupación era que por todos los objetos
brillantes: el glamour, la decadencia, la sexualidad, el dinero y Hollywood.
Que la presencia de eso podría sobrepasar la historia emocional que quería
contar desde mi primera reunión con Molly. Que iba a sobrepasar lo que sentía,
que me resultaba difícil expresarlo. Cuando me reunía con el estudio para que
vean lo que escribía, honestamente, sólo podía pensar en decir que no es la
película que creían que sería. No será eso.
Los productores me dijeron que creían que yo debería
dirigirla. Entonces aproveche la oportunidad, incluso sabiendo que podía terminar
con mi carrera. Que podía humillarme públicamente y hundiera a muchos conmigo,
que podía hacerle perder dinero a otra persona. Lo más trágico podría haber
sido enterrar esta historia que me encantaba en el guión. Y sin embargo lo hice
de todas formas. Al decirlo en voz alta suena un poco egoísta, ¿no? Pero lo
hice.
P: Jessica, ¿cómo
te involucraste en este proyecto? ¿Cómo te preparaste para el papel: ¿esquiando,
patinando y quizás jugando al póker?
Jessica: Me conecte con
el papel porque mi agente me envió el guion. Me dijo que el filme se haría y si
quería tener una reunión con Aaron. Admiro muchísimo todo lo que escribió y me
intrigaba mucho la idea de que él la dirigiera. Cuando leí le guión y googleé
fotos de Molly, me pareció un poco confuso. Y eso me gustó. Me agrada interpretar
personajes que en sí son opuestos. Hay áreas grises que eran interesantes para
explorar con Molly.
Me preguntaste cómo preparé, pude conocer a Molly
gracias a Aaron. Fue increíble. Fue muy comunicativa conmigo. Abierta sobre
todos los temas. Tuve el placer o la desgracia de colarme en un juego de póker
en Nueva York y vi como gente perdía mucho dinero. Si. Yo esquío, así que
esquiar normalmente no fue el problema. Hice el comienzo del esquí, pero por
supuesto no hice el esquí acrobático, porque habría muerto. Eso estuvo bien. ¿y
qué más? Leí libros sobre póker.
P: ¿Creen que es
importante seguir realizando películas sobre mujeres fuertes?
Jessica:
Es muy importante realizar películas sobre mujeres. Es maravilloso oír que alguien
que admiro en la industria realiza un filme con una mujer como protagonista.
Porque eso no es normal. Hay un montón de directores increíbles con los que
quisiera trabajar que no hacen filmes sobre mujeres. Y no sé por qué es, no
entiendo el impedimento. Sé que Aaron no tenía la intención de realizar un
filme sobre una mujer, pero que sea su debut como director con una protagonista
mujer, demuestra que no teme contar historia de mujeres. Creo que más
realizadores en nuestra industria tienen que admirar eso y, con suerte, encarar
ese rumbo. Porque lo necesitamos ahora en la sociedad. En especial ahora.
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